La necesidad de tener una nueva Constitución sigue siendo una prioridad para nuestra Patria.
Y es imperioso suscribir un nuevo pacto social construido en democracia y que permita que las chilenas y chilenos, puedan vivir mejor.
Empero, no puede ser una Constitución como la que se ha entregado hace una semana. Su proceso de elaboración ha sido peor que la anterior, aunque menos mediática dada lo poco novedoso y al blindaje de la prensa obsecuente.
Tampoco puede ser una Constitución como la entregada ésta última implica un fuerte retroceso en derechos y garantías.
Por tanto, hay que continuar abriendo espacios de encuentro y diálogo en pos de construir un genuino pacto social transversal y responsable como el insinuado en la columna ANTES pasada en este mismo diario.
De manera, que la derecha debe escuchar y cumplir el acuerdo que colocaba los intereses del país en el centro, y no propuestas “partisanas” que tanto crítico en el proceso constituyente anterior.
Entiendo que la ultraderecha mal llamada republicana, les tiene subyugados, y que a lo menos la UDI y RN, pretenden evitar que su electorado emigre apoyando la “Kastitución”. Sin embargo, ello será efímero pues la gente les dio el voto a ellos por la problemática de seguridad, pero no para que le arrebaten sus adquiridos derechos sociales, económicos, sexuales, políticos, medio ambientales y culturales, como se evidencia en la propuesta que analiza en estos momentos la Comisión de Expertos.
En definitiva, es imprescindible un pacto social del más amplio espectro, tal cual sucedió en la Comisión Experta, donde primó la capacidad de poner por delante los acuerdos transversales pensando en Chile, y no en cada “lote”, ni en el totalitarismo de la actual propuesta de Kast que, aspira ni más ni menos, a derrotar a la UDI y RN en los próximos comicios municipales, parlamentario y presidencial.
Unidad, Unidad, Unidad, de las fuerzas democráticas, es la consigna para reemplazar esta propuesta integrista por la que elaboró la Comisión de Expertos, en que se respetaban los 12 bordes o límites; o modificando la actual “Kastitución” en la Comisión de Expertos; o, finalmente, sumando los 3/5 cuando haya que resolverse en la actual Convención en caso que no se logre las dos acciones iniciales propuestas.
Hasta el miércoles recién pasado, una nueva y última mesa negociadora, integrada por cuatro expertos de izquierdas y cuatro de derechas siguen intentando llegar a acuerdos sobre observaciones que le hará la Comisión Experta al Consejo Constitucional.
Sin embargo, temas como educación, pensiones, salud y derechos de género como sexuales, no se han discutido aún, aunque desde las derechas apuntan que habrá apertura; pero aún no hay indicios de ello.
Es decir, está en peligro la confianza entre esos sectores políticos en el sentido que pudieran desdecirse de los 12 puntos acordados.
Y, como dice Serrat, la derecha y la centroderecha hoy: “juegan con cosas que no tienen repuestos…
Director. Magister en Gestión y Políticas Públicas. FEN. Universidad de Talca.