Más allá de ser una corporación sin fines de lucro que aspira e inspira en contribuir con propuestas al desarrollo regional, es dicha institución lo que hoy se denomina una Institución de Colaboración (Stakeholder), y que desde hace 22 años ha sido “parte de las soluciones” y no de los problemas que a veces afligen a nuestra región, y partícipe a veces anónimo de sus logros.
Es una entidad transversal que reúne a mujeres y hombres de diversas actividades empresariales, universidades, gremios, profesiones e instituciones de voluntariado, unidos por el común propósito de trabajar generosamente y con inteligencia para elevar el estadio de desarrollo en que se encuentran el ya un millón de habitantes de nuestra región del Maule.Pertenecen a ella diversos líderes maulinos a los que les ocupa la región desde sus particulares vocaciones laborales y perspectivas estratégicas.Precisamente, hoy se encuentra actualizando su plan estratégico que trazará su accionar hasta el año 2020. Hay ya visión, misión, lineamientos, metas acciones, tareas y responsables sobre los ámbitos de una mayor autonomía y gobernanza sub nacional; mayor competitividad de la economía maulina; infraestructura avanzada; efectivo bienestar social e identidad regional.Personalmente, coincido con el planteamiento -en este diario- del director de la Junta de Adelanto, Ignacio Cárdenas, en orden a que en nuestra región existen oportunidades que aprovechar si se trabaja estratégica, sistemática y articuladamente; es decir, sobre la base de una visión compartida, de mediano y largo plazo, y del más amplio espectro; con capacidad de orientar políticas públicas propias para ésta, la región más rural de Chile, porque las políticas y programas centralistas y uniformes inexorablemente postergan a nuestra región al lugar donde hoy está en los indicadores que se le mida: bajo el promedio nacional, entre las tres últimas.Ello fue expuesto en los talleres estratégicos, así como problemáticas específicas a las que también se ha referido en este matutino, el vicepresidente de la Junta de Adelanto, Jorge Brito, y que no son otras que las débiles competencias en capital humano, imperiosa de abordar; la inhibición a innovar; las indefiniciones estratégicas frente al recurso agua, energético, y servicios logísticos; la elocuente resignación ante el centralismo; la demorada consolidación de una identidad genuinamente regional; y el desarrollo de un fuerte y solidario tejido social que se consubstancie con el proceso de bienestar que todos anhelamos para nuestra región del Maule.Concordábamos con Gustavo Rivera, también miembro de la Junta, en la necesidad que esta se constituya en un referente para proyectar, proponer o pronunciarse sobre temas estratégicos regionales ante los tomadores de decisiones, monitorear su ejecución si son adoptadas, y realizar un objetivo y efectivo control social.Todo ello es simplemente la esencia de la Junta de Adelanto del Maule. Fuente: Diario el Centro | Jorge Navarrete