La realidad y los desafíos de la educación durante este período de pandemia, fueron las temáticas abordada en esta cuarta entrega del ciclo de conversatorios ‘La Junta de Adelanto del Maule conversa con sus asociados’, que estuvo a cargo de la Doctora en educación Myriam Díaz. Previo a la exposición el Vicepresidente del Directorio de la Junta de Adelanto del Maule, Jorge Brito, agradece a la expositora por su aporte y expresó su inquietud en torno a cómo la pandemia ha afectado la esencia de la vida de las personas que ha generado paralización. Explica que esto motiva a la Junta de Adelanto del Maule a buscar caminos en temáticas relevantes para la vida de las personas, que ayuden a mostrar luces que permitan pensar en el cómo se va a vivir esta nueva realidad.
En la exposición principal, la Doctora Myriam Díaz agradece la invitación entregada por la Junta de Adelanto del Maule para participar de este ciclo de conversatorios y expresa que el Covid-19 ha impactado en diversos ámbitos de la sociedad y la educación no ha sido la excepción, esto porque el distanciamiento social obligó a cerrar establecimientos educacionales y el Ministerio de Educación adoptó una serie de medidas que fueron orientando a los establecimientos educacionales pre-básicos, básicos y medios para que no se quebrara el proceso formativo como, por ejemplo, la plataforma ‘Aprendo en línea’.
A partir de las medidas establecidas para no cortar el proceso formativo de los estudiantes, la académica señala que se empiezan a vislumbrar las primeras dificultades como la igualdad de acceso, porque no todos los estudiantes tienen acceso a conexión en sus lugares de residencia, ni contaban con las condiciones adecuadas para el estudio, lo cual aumentó la desigualdad educativa existente en Chile. En relación a la percepción de los estudiantes respecto a este nuevo proceso, la expositora expresa su preocupación porque está afectando en la motivación de los estudiantes, advirtiendo que ello puede desencadenar en una deserción del sistema, que se complementa con una significativa proporción de estudiantes que no cuenta con un espacio cómodo que facilite la concentración para estudiar.
La situación de los docentes en esta nueva realidad educativa, según la expositora, no dista de la que enfrentan los estudiantes, pues no todos tienen las condiciones adecuadas. Esta situación preocupante, es complementada con la necesidad de contar con formación en el uso de dispositivos digitales, resaltando la importancia de tener un mayor manejo en ello porque la modalidad de enseñanza cambió y el retorno a la modalidad presencial se torna más difícil.En esta línea, la académica señala que en los desafíos para la educación preescolar, básica y media en esta nueva realidad, resulta necesario que los líderes educativos tomen medidas para desarrollar e implementar estrategias conjuntas con todos los actores del proceso, con disposición a la flexibilidad para poder hacer ajustes, sin dejar de lado la solidaridad, apoyando a los estudiantes, especialmente a los más vulnerables.
La educación superior es otro ámbito que también ha sufrido importantes cambios debido a la pandemia. Respecto a ello, Myriam Díaz expone que los estudiantes sienten estrés y ansiedad de un proceso que no estaban preparados para enfrentar, resaltando que los estudiantes que ingresaron a la universidad este año no conocen presencialmente ni a sus compañeros, ni a sus profesores, ni el espacio físico. En estas circunstancias, la académica señala que la superintendencia de educación superior entregó una serie de orientaciones como, por ejemplo, la modificación y flexibilidad de las programaciones académicas, las cuales no pueden significar una prolongación de estudios.
La académica señala que la gran mayoría de las universidades han adoptado un modelo educativo basado en competencias donde la centralidad se basa en el estudiante, pero aún hay camino por recorrer, resaltando la importancia de revisar metodologías participativas que sean activas para los estudiantes, también sugiere que los sistemas de evaluación sean alineados y coherentes a los objetivos de las actividades realizadas en el proceso de aprendizaje y haya una flexibilización reglamentaria para la postergación de los estudios.
En materia de desafíos para la educación superior en este período de pandemia, Myriam Díaz lo divide en cuatro grupos, el primero de ellos es la docencia en la cual debe existir una revisión y un ajuste curricular, priorizando los resultados de aprendizaje. En lo que respecta a la gestión financiera y vinculación con el medio, la académica señala que el desafío, en el primer ámbito, es pensar y modificar los planes de inversión, centrando los esfuerzos en que las plataformas digitales sean adecuadas. En relación a la vinculación con el medio, el desafío es que las acciones realizadas en el pasado con la comunidad de manera presencial, deben ser promovidas de manera virtual.En investigación, la académica resalta que las instituciones de educación superior deben promover las investigaciones que estén orientadas a la creación de conocimiento para el combate del Covid-19 para que estén al servicio de la sociedad.
En el espacio de interacción con los asistentes, Myriam Díaz, expone que depende mucho de lo que el Estado pueda aportar a las instituciones educativas para enfrentar esta nueva realidad que ha volcado a la educación a mantener y necesitar de la tecnología para dar continuidad al proceso. Además señala que el 2021 se viene con muchos cambios, adoptando medidas y generando propuestas para enfrentarlos, donde la presencialidad sea parcial y complementaria con la modalidad virtual, resaltando que es una gran oportunidad para reflexionar respecto a lo que se está haciendo y el cómo se está abordando. Finalmente, expresa que los docentes se han visto afectados por esta nueva realidad, porque no estaban preparados para una situación así, por lo que el desafío es empezar a actualizarse en el ámbito metodológico y pedagógico, además de preocuparse por el aspecto emocional porque hay una sobrecarga de trabajo, resaltando que también debe haber contención emocional a los académicos porque son los facilitadores del aprendizaje y son los que interactúan directamente con los estudiantes.
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